Presentamos en esta edición el detalle de las pruebas que desde hace varios años realizamos en el exclusivo laboratorio de cascos para motociclistas de Cesvi Colombia. Siguiendo una metodología mundialmente aceptada, en nuestras instalaciones hemos evaluado cascos de varias marcas y configuración con resultados francamente preocupantes.
Este laboratorio, de especificaciones internacionales, ha sido el primer paso para una normatividad macro sobre los cascos que se venderán en el país en las fechas por venir.
Queremos resaltar el hecho de que desde la iniciativa privada se aporte hacia la evaluación técnica de estos elementos y dejar en claro que estamos listos para hacer parte de un esquema de constancia de idoneidad que resuelva el grave asunto de los miles de motociclistas y parrilleros muertos y lesionados por no estar debidamente protegidos en accidentes de tránsito.
La adecuada protección de la cabeza es fundamental para impactar positivamente esta macabra realidad; pero el resto del cuerpo, con chaquetas que protejan los hombros, los codos y los antebrazos; con pantalones equipados con absorbedores de impacto en las caderas; con guantes que protejan los nudillos y botas que atenúen lesiones en pies, tobillos y pantorrillas, son los elementos que deben entrar en consideración cuando se trata de estructurar una normatividad de este interés.
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Desde hace varios años Cesvi Colombia ofrece a la comunidad sus tradicionales Cestas Básicas de Repuestos, como una manera de informar el costo de las autopartes cotizadas a precio de mostrador y sin IVA.
En ellas se seleccionan los repuestos por mayor rotación en cada sección del vehículo (delantera, central, trasera y mecánica) y se comparan con vehículos de la misma categoría. Así, nuestros lectores se pueden dar una idea de cómo cada marca/modelo ofrece sus autopartes al mercado.
Sin embargo, a partir de esta edición, Cesvi publica las mismas Cestas Básicas de Repuestos, solo que comparadas con sus idénticas del año pasado, como una forma de ver la evolución del costo de los repuestos por causa de la devaluación del peso colombiano frente a las divisas internacionales.
Los beneficios son varios: por una parte, nuestros lectores y las marcas de autos pueden comparar cuál es la marca/modelo de menores costos en cada segmento, así como su menor incremento anual de precios; las compañías aseguradoras que sirven al sector automotor, calcular la evolución del costo que tiene alto impacto en el costo medio siniestral y, por ende, evaluar la suficiencia de sus primas; y la comunidad en general, al tener una fuente de información independiente y confiable.
Desde aquí agradecemos a las marcas de automóviles por su apoyo a en la elaboración de estos estudios y a los lectores de esta revista, por sus numerosos y amables comentarios.
Mauricio Ruiz Correa
