Bogotá, 3 de junio de 2016. Los viajes en moto son divertidos pero no exentos de riesgo, y menos en las carreteras colombianas, en las que la se conjugan todas las causas de accidentalidad.
Entre las principales causas, Cesvi Colombia ha definido tres fundamentales relacionadas con este medio de transporte: la falta de pericia del motociclista, la cual se define tanto por su poca habilidad al manubrio del vehículo como por el desconocimiento de las normas de tránsito; segunda, el mal mantenimiento preventivo que hace peligroso conducirlas; y tercera, la falla estructural del sistema de tránsito del país, la cual va desde la insuficiente educación del niño en seguridad vial preventiva hasta la agresividad entre sí de los diferentes actores de la vía, pasando por la falta de un adecuado esquema de expedición de licencias de conducción, de la necesidad de una mayor fiscalización en las vías por parte de las autoridades y de la construcción de vías exclusivas.
Mientras todo esto se soluciona el motociclista debe poner en práctica el manejo preventivo. Todo comienza con sentarse cómodamente en la moto, es decir, con brazos y piernas flexionados para alcanzar de forma natural los mandos. Lo contrario, una posición forzada, aumenta la fatiga y afecta la maniobrabilidad con la moto.
En términos generales existen siete puntos claves que se deben tener en cuenta para lograr una posición de manejo adecuada:
Hombros: relajados.
Ojos: mirar siempre adelante sin fijarlos en un sólo punto.
Codos: relajados, permitiendo que se doblen normalmente.
Manos: deben ubicarse en forma natural sobre el manilar, con los dedos dispuestos a accionar el freno si es necesario.
Rodillas: se deben mantener lo más cerca posible a la moto, porque si las abre se expone a perder el equilibrio.
Pies: deben estar fijamente apoyados, por el centro de la planta del pie, con el talón del calzado perfectamente encajado en su estribera.
Tronco: debe estar relajado, porque la posición erguida propicia la fatiga, lo cual no es aconsejable para un buen desplazamiento en la moto.
Circulación en carretera
Existe una marcada diferencia de las condiciones de circulación de los desplazamientos, cuando se hacen de día versus cuando se hacen en la noche. De noche, la visión en las rectas es muy limitada por el alcance de las farolas y, a diferencia del automóvil, la moto al tomar una curva se debe inclinar. Esa inclinación hace que la luz que sale de las farolas se disminuya haciendo más difícil llegar al interior de la curva.
Estas dificultades hacen que se deba colocar luces plenas tantas veces se necesite, pero cuidando de no molestar a los demás.
En cuanto a las maniobras, el viaje seguro comienza respetando las normas de tránsito y, en especial, los límites de velocidad. En todo caso, recuerde que ‘ver y ser visto’ es clave para evitar accidentes y dolorosas lesiones.
En materia de curvas, siempre se debe tener en mente que es mejor entrar despacio para salir rápido y no al revés, porque la fuerza centrífuga es incontestable y, cuando hay exceso de velocidad, normalmente termina en la invasión de carril y en un accidente.
Si se viaja con equipaje o con el parrillero acompañante, se debe advertir que el peso es determinante en la dinámica de la moto y que, en este caso, se está llegando al límite de su capacidad, luego la distancia de frenado se alarga y la capacidad de aceleración se reduce.