La gigante automotriz japonesa Nissan dijo que reducirá la capacidad de producción en un 20% y cerrará su planta de fabricación de vehículos en Barcelona como parte de una reestructuración radical, lo que afectará a unos 3.000 trabajadores y a otros 20.000 puestos de trabajo indirectos.
El director ejecutivo de Nissan, Makoto Uchida, dijo que la compañía todavía tiene que consultar con los sindicatos y las partes interesadas. La decisión se produce luego de que Nissan revelara su primera pérdida operativa anual en más de una década.
La firma ha decidido seguir adelante con esta medida pese a las advertencias de Industria, que cifró en 1.000 millones de euros el coste que supondrá para la entidad abandonar la planta de Barcelona.
La compañía registró una pérdida operativa de 40.500 millones de yenes (US$ 376 millones) para su año fiscal que finalizó en marzo, en comparación con una ganancia operativa de 318.000 millones de yenes (US$ 2.900 millones) para su año fiscal anterior.
Más dolor podría estar en camino. Dada la incertidumbre que rodea la pandemia de coronavirus, “es difícil pronosticar razonablemente una perspectiva para el año fiscal 2020 en este momento”, dijo el jueves Uchida en una presentación de ganancias.
Nissan abandona así su historia en España, donde comenzó su aventura en 1983, y ahora se abre la incógnita sobre qué sucederá con la planta aunque, según adelantó El Economista, el Gobierno, consciente del riesgo que existía de que se materializase el adiós de la firma nipona, inició contactos con hasta tres marcas automovilísticas chinas con la esperanza de que alguna desembarque en Barcelona y reflote la fábrica.
Con fuentes CNN y Motorpasión.