Según Fasecolda, mientras en Bogotá tan solo el 4% de vehículos y el 11% de las motos se accidentan, en el Caribe, la región más afectada del país, se registran el doble de incidentes relacionados con el fraude al SOAT. Por otra parte, y de acuerdo a las principales aseguradoras del país, en el 2016 se pagaron $1.286 millones por siniestros, de los cuales un estimado de $80 mil millones corresponden a fraude en el SOAT a causa de los accidentes presentados a nivel nacional.
De esta manera, las entidades de salud están llamadas a mejorar los procesos de reclamación, identificación y pago de los diferentes casos. El SOAT fue creado para atender y garantizar la atención de los conductores, pasajeros y peatones que sufren un accidente de tránsito. Sin embargo, el proceso ha presentado fracturas en su interior y debe ser mejorado para minimizar el riesgo de atenciones ineficientes o de pagos a personas fraudulentas.
Así lo demuestran las cifras suministradas por Fasecolda, donde en el 2016, los montos de las coberturas del SOAT por víctima fueron de $229.818 para gastos de transporte y movilización, y $ 18.385.467 por concepto de gastos quirúrgicos, farmacéuticos y hospitalarios. Frente al tema de incapacidad permanente alcanzó un total de $ 4.136.730 y $ 17.236.375 por muerte de la víctima y gastos funerarios.
Este escenario ratifica que se hace necesario tomar medidas que ayuden a identificar personas fraudulentas. Vale la pena destacar que en el país ha crecido el número de accidentes de tránsito ficticios ocasionados por carros fantasmas, modalidad que se ha consolidado en los últimos años.
Bajo este contexto, la digitalización de la información, el desarrollo de modelos productivos y alertas basadas en tendencias tecnológicas vanguardistas logran disminuir el gasto médico para la atención de las víctimas, así como identificar un caso que podría ser un posible fraude. Aunque en la actualidad existen más de dos millones de personas que no cuentan con esta póliza, se deben tomar medidas para evitar acciones fraudulentas e identificar la falsificación de perfiles (reclamantes, siniestrados, tomadores de pólizas) que deriven en reclamaciones costosas.
De esta manera, la tecnología se consolida como un instrumento efectivo para mitigar el fraude en el SOAT, además de ser una herramienta esencial para prevenir y detectar estas situaciones.






