Ford trabaja continuamente en maneras de reducir el impacto ambiental de sus vehículos y es así como los camiones “Ford Cargo Euro V”, con sistema de urea, son una alternativa real para que los profesionales del transporte obtengan mayor productividad en su negocio, al tiempo que reducen drásticamente el impacto negativo de su operación en el Medio Ambiente, cumpliendo la exigente normativa Euro V.

La regulación actual de emisiones vigente en Colombia, a partir del 1° de enero de 2015, para el transporte de carga es la norma Euro IV, que exige un combustible con un nivel máximo de 50 ppm (partes por millón de azufre). Sin embargo, muchos de los fabricantes de motores y ensambladoras de origen brasilero y europeo, por normas ambientales, ya no producen vehículos de este tipo sino que lo hacen con motores Euro V e incluso Euro VI. En el caso de los camiones Ford Cargo, de origen Brasil, estos son construidos bajo la norma internacional Euro V, que exige un combustible más refinado de solo 10 ppm. Sin embargo, estos motores por su arquitectura de pos-tratamiento tienen la flexibilidad de trabajar con combustible desde 10 ppm hasta 50pp, como el caso del combustible disponible en el territorio nacional.

Por eso, para cumplir con el nivel de emisiones más exigente, las marcas han desarrollado dos sistemas. Uno es el EGR o de recirculación de gases, y el otro es el de reducción catalítica selectiva que se conoce como SCR por sus siglas en inglés. El EGR toma los gases de escape del motor, los pasa a través de un intercooler y los introduce de nuevo dentro de la cámara de combustión. En el SCR por su parte, conocido también como sistema de pos-tratamiento, se produce la reducción de gases contaminantes a la salida del escape, utilizando un agente reductor conocido como urea automotriz de alta pureza.

La urea es el secreto

Gracias a su alta eficiencia, el sistema aplicado en los camiones Ford Cargo es el SCR o de pos-tratamiento con urea automotriz, producto totalmente diferente a la urea agrícola o a la humana, cuya producción la realizan empresas especializadas cumpliendo con normas internacionales ISO 22241 y DIN 70700, que aseguran su alta pureza. El óxido nitroso y el material particulado son los residuos más contaminantes producidos por un motor diésel. La urea, que se deposita en un tanque pequeño paralelo al de combustible, tiene como función crear una reacción química en un catalizador, a la salida de los gases de escape, generando amoníaco que descompone el óxido nitroso por medio de un catalizador en vapor de agua y en nitrógeno, convirtiéndolo así en un gas inofensivo.

Un vehículo diésel con tecnología de urea puede ahorrar entre el 7 y el 10% en consumo de combustible. Esto significa que mientras en un vehículo con tecnología de recirculación (EGR) se hacen 14 km/galón, en uno con urea se recorren 20 km/galón, de manera que el ahorro en combustible serviría para compensar el costo de la urea. El beneficio ambiental, como se explicó antes, es indiscutible (la combustión es más limpia) y además la relación costo/km es mucho mejor, pues el cambio de aceite se haría cada 18.000 km con el sistema de urea, y no cada 6.000 ó 10.000 como ocurre con el sistema EGR.

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