Se actualiza lo clásico.
La clásica marca británica, que luego de la Segunda Guerra se trasladó a India, ofrece en Colombia este producto que viene a engrosar la oferta de motocicletas tipo ‘café racer’
Dentro de la profusa oferta de motocicletas que inunda al país hay mucho para escoger. Y dentro de esa gran oferta vienen tomando fuerza las llamadas ‘café racer’, que se definen como aquellas motos de estilo clásico de los años 60, que fueron utilizadas por amantes de los paseos cortos, acaso de fin de semana, como aquellos criollos que dan la vuelta a Oriente en Antioquia o a la Sabana, en los alrededores de Bogotá.
Se caracterizan por su mecánica sencilla, facilidad de conducción, brillantes acabados cromados y gran oferta de accesorios originales para la personalización. Bajo esos conceptos la marca Royal Enfield trae al país el modelo Continental GT, quizás su modelo de mayor renombre gracias a varias características.
Al encender el motor monocilíndrico en frío llama la atención la palanquita manual de ‘choke’ que ayuda a enriquecer la mezcla y a ponerlo en marcha. Aun cuando el arranque es eléctrico y de fácil operación, hay una gran patada de respaldo en caso de falla mecánica.
Mecánica actualizada
Una vez se pone en marcha la máquina de 535 cc refrigerada por aire, se aprecia positivamente el grave rumor de la combustión de cuatro tiempos, que se alimenta por inyección de combustible de un tanque con capacidad para algo más de 13 litros con tapa de llenado convencional.
No obstante el motor entrega apenas 29 caballos a 5.100 rpm y un torque de 44 Nm a 4.000 rpm, contribuye al desempeño general de la motocicleta el hecho de que la caja de cinco velocidades multiplica el torque a bajas rpm, especialmente en las dos primeras marchas. Comparativamente, el motor de la archifamosa Yamaha XT 500 de principios de los años 80 entregaba 27 caballos…
La velocidad de punta apenas supera los 120 km/h, pero en ese límite la moto rueda con suavidad y menos vibraciones de lo que se pudiera esperar de un motor de un solo cilindro y tanto desplazamiento.
El mando del embrague es por guaya, de suave operación, lo cual asegura el tránsito por ciudad sin mucha fatiga.
En la ruta
Si bien esta Continental GT es de tamaño mediano, rueda con cierta facilidad por las vías urbanas, aunque su hábitat natural son las carreteras intermunicipales de trayectos cortos. Esta afirmación se sostiene en virtud de las suaves suspensiones, la delantera de configuración convencional y la trasera con amortiguadores de gas, y la posición de manejo un poco proyectada hacia adelante. Sin embargo, la silla -de un solo puesto, para el motero- es un poco dura y termina por cansar luego de varios kilómetros.
Llama la atención la imprecisión de las palancas de cambios y de freno trasero, que hacen de esta operación a veces inexacta. Y hablando de frenos se agradecen los discos Brembo en ambas ruedas, pues su funcionamiento es impecable, aunque se esperaría el sistema ABS en un producto que se comercializa en el siglo XXI.
Por la configuración del conjunto, en las carreteras de montaña es donde mejor se disfruta esta rutera pues dobla a izquierda y derecha sin mayores esfuerzos. Luego de varios días en nuestro poder, logramos un consumo similar al que la marca declara: 90 km/gal en ciudad y hasta 120 en carretera.
Funcionalidades
A una motocicleta tipo café racer no se le puede pedir mucho equipamiento pues estaría en contra de su estilo. Sin embargo, esta Continental GT ofrece dos relojes redondos de marco cromado con información análoga de velocímetro y tacómetro, y digital de odómetro y nivel de combustible en el tanque. Además, trae los tradicionales testigos luminosos de carga de batería, direccionales, luz plena y ‘check engine’. ◣
