Bogotá, 7 de junio de 2016. La celebración del Día del Padre en Colombia es un hecho social que reúne alrededor de uno de los pilares de la familia. Celebrado el tercer fin de semana de junio, esta conmemoración les sugiere a muchos la idea de obsequiarle algo, entre otros, algún accesorio para el carro o la moto.
En Cesvi Colombia nos unimos a esta celebración, pero advertimos algunos regalos indeseables que en nada contribuyen con la seguridad vial y, peor, en muchos casos la afectan. Por ejemplo:
- Aquellos adornos colgantes que se instalan en el espejo interior o el parabrisas, no solamente distraen la atención, sino que en ciertos momentos impiden una clara visión de lo que acontece en la vía.
- Y hablando de espejos, sean de automóvil o motocicleta, pegarles autoadhesivos del equipo del alma, de la banda de rock preferida o de cualquier otro motivo también tiene el indeseable efecto de reducir el campo de visión al aumentar los puntos ciegos.
- Unido al asunto de los vidrios, algunas familias quieren congraciarse con el padre al regalarle la película de las ventanas, las cuales las venden con atractivas propiedades antirrobo y oscurecimiento. Según las autoridades de tránsito, estas películas de ventana son válidas y de libre instalación siempre y cuando no tengan una capacidad de reducción de la visibilidad de más del
30%. En caso de superar este punto es obligatorio solicitar un permiso y, además, aumentar la precaución al maniobrar porque tienen la contraprestación de reducir la visibilidad.
- Y ya que estamos en la visibilidad, algunos padres tendrán el privilegio de que les regalen un auto nuevo o que ya tengan uno con diseño moderno de carrocería que, según la tendencia de moda actual, se ha reducir el tamaño de las ventanas en favor de los paneles metálicos. Esta tendencia de diseño, unida al gran tamaño de los actuales apoyacabezas, hace que la visibilidad hacia atrás sea muy reducida, razón por la cual las películas de ventana que oscurecen los vidrios resultan un no muy buen regalo.
- Otra forma de afectar la visibilidad de autos y motos es el entintado de las unidades de luz. Sucede que, por alguna causa descabellada, los propietarios oscurecen los stops reduciendo su visibilidad o les cambian el color por otros de significado diferente en la semiótica. Recuerde: el rojo significa peligro; el amarillo, precaución; el azul, esperanza; el verde, misterio…
- El comercio ofrece el cambio de las luces convencionales de halógeno por las HID, de descarga de alta intensidad. Si bien estas luces HID han demostrado un aporte significativo en la seguridad por aumentar la profundidad del chorro de luz, en no pocos casos tienen el peligroso efecto de deslumbrar a quien conduce en sentido contrario sea por una instalación antitécnica, o sea por un origen dudoso del conjunto lumínico.
- Otro accesorio codiciado por algunos padres de familia es el cambio del equipo de sonido del carro, por uno de mejor calidad y fidelidad, o por aquellos que incluyen pantallas de video. Al respecto hay que insistir en que una mala instalación puede resultar en un grave cortocircuito que puede hasta incendiar el carro. Además, en todo caso, el alto volumen de la radio o la música también es fuente de desconcentración, fatiga y accidentalidad.
- A bordo también se ven algunos regalos que más bien parecen maldiciones, como aquellos clips que evitan la adecuada tensión del cinturón de seguridad sobre la cintura, el pecho y la clavícula. Los fabricantes de este estúpido accesorio no advierten el peligro de muerte que implica su absurda invención.
- Y ni hablar de los forros de silla o timón, sean de tela o de pepas, que en caso de no estar bien diseñados y amarrados terminan por arrugarse por todas partes y enredándose; en las motos, a veces forran las sillas de novedosos diseños, pero de materiales resbalosos que afectan la seguridad porque no retienen al motociclista ni a su acompañante en su sitio, dada su incapacidad antideslizante. Caso parecido es el de los tapetes que, al no ser de buena calidad, se entorchan al poco tiempo y se enredan entre los pedales.
- Otro regalo de cuidado es el cambio de los rines y las llantas originales por unos de diferente tamaño y especificación: sucede que las automotrices calculan la resistencia de los ejes del carro en función de la carga que soportan las ruedas. Si éstas se aumentan en su ancho, así mismo se aumenta el brazo de palanca que ejercen sobre los ejes, haciendo que trabajen forzados y sobrecargando los rodamientos.
Un sistema de sensores de reversa ojalá con cámara y pantalla a bordo, un juego de llantas nuevo de especificaciones idénticas a las originales, la revisión tecnomecánica, un chequeo de frenos y suspensión, la alineación de dirección y el balanceo de las ruedas, un carro o moto equipados con frenos ABS y control de tracción, y por qué no, un curso de conducción preventiva bien puede ser el regalo que de veras le sirva y agrade a papá y, mejor aún, a la familia y a la sociedad.