Los Sistemas Avanzados para la Asistencia al Conductor prometen reducir los accidentes de tráfico, dado que 40% ocurre por alguna distracción del conductor.
Dice la Organización Mundial de la Salud que el año pasado se registraron 1,25 millones de muertes por accidentes de tránsito en donde, 90% de los casos, la causa del accidente se debe al error humano. Si bien las estrategias de seguridad vial están salvando vidas las medidas aún no son suficientes.
En un esfuerzo por reducir estos índices, los fabricantes de vehículos, en conjunto con las organizaciones de salud, proyectan que para el 2020 la tasa de muertes por accidentes de tránsito se reduzca a 5 millones por año y, para lograr esta meta, las marcas han desarrollado tecnologías que ayudan al conductor durante la manipulación del auto previniendo situaciones de riesgo.
Muchos países han tomado conciencia de la problemática pública que causan los accidentes de tránsito en las sociedades. Es por esto que se han tomado decisiones en cuanto a la importancia de la inclusión de tecnologías inteligentes estableciendo medidas obligatorias para que los vehículos que se comercialicen cuenten con estándares de seguridad incorporando tecnologías de apoyo a la conducción, como se ve en el gráfico.
Así, llegamos a los sistemas ADAS para disminuir los índices de accidentalidad, controlando situaciones inseguras y así mejorar la seguridad en la vía.
¿Qué son los sistemas ADAS?
Los Sistemas Avanzados para la Asistencia al Conductor ADAS (por sus siglas en inglés Advanced Driver Assistance System), son desarrollados para asistir al conductor por medio de señales visuales y acústicas en la conducción, en tiempo real mediante avisos o por actuación directa en los sistemas de control del vehículo.
Los sistemas ADAS son precursores de la autonomía para el futuro de la conducción, en donde el vehículo toma decisiones por el hombre con el fin de disminuir los riesgos sobre la vía.
Los Sistemas ADAS están en permanente contacto con el entorno, monitoreando factores como situaciones de la vía, el tránsito de otros vehículos y hasta el clima, desarrollando una conducción semi-autónoma.
La información es percibida a través de sensores como radares, lidares (equipos que miden distancias por medio de láser), dispositivos de ultrasonido, cámaras y otros aparatos que permiten monitorear lugares en espectros cercanos y lejanos en todas las direcciones.
Los múltiples sensores, cámaras y radares pueden advertir cuando un vehículo se desvía por el carril o pueda aplicar freno de emergencia para evitar colisiones, etc. El sistema debe ser capaz de reconocer objetos, señales, superficie de carretera, objetos en movimiento y tomar decisiones para advertir o maniobrar el vehículo sin la autorización del conductor ante una situación inminente de riesgo.
Las principales tecnologías que han adquirido importancia en los sistemas ADAS son:
Tecnología radar: utiliza ondas electromagnéticas para la detección de distancias y velocidades de objetos. Pueden ser de largo alcance, de hasta 200 metros, y una elevada direccionalidad.
Tecnología lidar: consiste en un haz pulsado con una única longitud de onda con un alcance de alrededor de 200 metros y una precisión de milímetros. El haz es estrecho y concentrado, y utiliza el principio de reflexión de las ondas para determinar distancias.
Tecnología infrarroja: puede realizarse mediante led infrarrojo o diodo de láser infrarrojo como emisor. Las principales aplicaciones son los sistemas de visión nocturna en donde la cámara puede tener un alcance desde 150 hasta 300 metros.
Tecnología de video: puede utilizarse una única cámara (mono) o dos cámaras (estéreo). Esta tecnología se usa principalmente para la detección de peatones y las líneas de demarcación del asfalto.
Aplicaciones comerciales de los sistemas ADAS
La incorporación de los sistemas ADAS se convierte en múltiples aplicaciones que al final se transforman en las asistencias y ayudas para el conductor como:
Sistema de control de velocidad de crucero adaptativo (ACC). Al igual que ocurre con el control de velocidad de crucero, este sistema regula la velocidad a la que se quiere circular según la necesidad del conductor. La novedad del ACC es que, con la ayuda de un sistema de radar, controla forma automática la distancia de circulación con respecto al vehículo precedente, frenando el vehículo si es necesario para mantener la distancia de seguridad. Por lo general este radar se ubica detrás del paragolpes delantero.
Sistema de precolisión (PCS). Este sistema reduce los daños y lesiones en una colisión reconociendo situaciones de un accidente inminente y prepara al vehículo y a los pasajeros para minimizar los daños. Por ejemplo, activa los pretensores de los cinturones de seguridad y ajusta las posiciones de los asientos. En nuevos desarrollos tecnológicos el sistema alerta al conductor del peligro de colisión mediante una señal sonora y un aviso en la pantalla de información: si el conductor no reacciona a las señales de advertencia, el vehículo toma la decisión de frenar automáticamente el vehículo mediante el sistema de asistencia de frenada de emergencia.
Detector de ángulo muerto (BLIS, BSM). Este sistema utiliza dispositivos de radar que se ubican en las esquinas del paragolpes trasero para detectar vehículos que están adelantando por los carriles adyacentes. Existen sistemas que alertan de forma continua de la existencia de vehículos en el ángulo muerto independientemente de las intenciones del conductor, mientras que los más efectivos actúan únicamente cuando el conductor activa las direccionales para realizar un cambio de carril.
Aviso de salida de carril (LDW). Con la utilización de sensores infrarrojos dispuestos en la parte inferior del paragolpes delantero o a través de cámaras dinámicas instaladas detrás del parabrisas, el LDW registra y detecta continuamente las marcas viales (líneas) del carril de circulación. En el caso de un cambio imprevisto de carril, sin poner las direccionales, el sistema alerta al conductor mediante una señal sonora, un testigo luminoso en el cuadro de instrumentos o una vibración en el asiento del conductor o en el volante.
Detector de peatones con frenada de emergencia. Implementando esta tecnología se prevé una gran disminución en la accidentalidad hacia los peatones, debido a que la tecnología es capaz de detectar la presencia de un peatón cuando este se ubica en la parte frontal del vehículo. El sistema reacciona si el conductor no responde a tiempo, emitiendo una señal y activando automáticamente los frenos. El sensor se ubica detrás de la rejilla del paragolpes y se compone de una cámara al lado del espejo retrovisor interior y una unidad de control central.
Asistente de visión nocturna. Muestra al conductor la presencia de personas o animales sobre la vía con la misma intensidad que si estuvieran las luces de carretera encendidas, pero sin deslumbrar a los demás conductores. El sistema se compone de dos faros infrarrojos de corto alcance situados al lado del radiador, que emiten una luz invisible al ojo humano, pero con un alcance similar al de los faros bixenón. Por otro lado, en el interior del vehículo se ubica una cámara sensible a los rayos infrarrojos situada en el parabrisas que consigue captar la imagen de la carretera y proyectarla en la pantalla multifunción del vehículo, mostrando los posibles obstáculos.
Sistema de reconocimiento de señales de tránsito. Por medio de este sistema se puede detectar límites variables de velocidad, prohibiciones de adelantamientos y finalización de las mismas. Gracias a este sistema, el conductor está continuamente informado de los límites de velocidad de la carretera por la que circula. Toda esta información el conductor la puede visualizar en los ordenadores de abordo o pantallas de la consola central.
Asistente al aparcamiento. El sistema para la ayuda al parqueo permite al conductor liberarse de la estresante tarea de parquear. Hoy en día existen sistemas diversos sistemas, desde los que los que facilitan el aparcamiento con cámaras que muestran lo que hay alrededor del vehículo, hasta unos más avanzados que mueven el volante y el conductor sólo tiene que accionar los pedales de acelerador y freno.
Sistema de luces adaptativas AFL. Este sistema realiza una regulación de la potencia de iluminación del vehículo en función de la circulación de vehículos en sentido contrario para no deslumbrarlos, alternando de forma automática las luces de largo alcance con las normales. Una evolución de este sistema es la que gira los grupos ópticos en el sentido de la curva, para iluminar mejor el trazado de la misma y proyectar el haz de luz sobre la superficie.
Estudios sobre el impacto de los sistemas ADAS desde la perspectiva de las aseguradoras
La investigación de accidentes indica que el 40% de accidentes de tráfico se debe a alguna distracción del conductor, por lo que se estima que la utilización de los sistemas AEB (Frenado de Emergencia Autónomo) debería tener una notable repercusión en la reducción del número global de accidentes.
Uno de los primeros estudios en este sentido, de carácter prospectivo, fue el llevado a cabo en 2011 por la GDV, Asociación Alemana de Aseguradoras [1], analizando una amplia muestra de accidentes y contrastando con lo que previsiblemente hubiese ocurrido si los vehículos hubieran dispuesto de distintos sistemas ADAS, entre los que se encontraba el AEB.
Los sistemas AEB pueden tener un efecto positivo en distintos escenarios de accidentes, en concreto, en colisiones contra otro vehículo que está girando o cruzando en una intersección (escenario 1), colisión con otro vehículo que arranca, que se detiene o está detenido (escenario 2), colisión contra un peatón (escenario 3) y colisión con un obstáculo que se encuentra en la vía (escenario 4).
El estudio concluyó que aquellos sistemas que detectan vehículos y también peatones pueden reducir el número de atropellos en 30,7% y si también detectasen a los ciclistas podrían evitar hasta 45,4% los accidentes con estos usuarios.
Estas cifras de reducción de víctimas mortales en atropellos de peatones y accidentes en los que se han visto implicados ciclistas, traducidas a la situación actual de España supondrían una reducción de 112 peatones muertos por atropello y de 589 peatones heridos graves por la misma causa.
En cuanto a ciclistas, supondría una reducción de 33 muertos por accidente de tráfico y de 263 heridos graves por colisión contra vehículo.
Un análisis de accidentes llevado a cabo en Reino Unido y en Alemania, de manera independiente, muestra que el uso de sistemas AEB en vehículos de pasajeros podría prevenir uno de cada 5 atropellos mortales.
La mayoría de los atropellos se producen cuando los conductores no frenan, frenan demasiado tarde o frenan suavemente, a menudo porque el conductor está distraído o porque el peatón ha cruzado de forma inesperada.
Los sistemas AEB utilizan tecnologías basadas en láser, radar o en cámaras de vídeo estéreo para detectar una colisión inminente, llevar a cabo una frenada de emergencia efectiva o reducir la velocidad de impacto de una manera significativa. ◣
Fuentes de imágenes e información:
www.revistacesvimap.com/influencia-de-los-sistemas-adas-en-la-conduccion/
www.auto10.com/reportajes/sistemas-de-ayuda-a-la-conduccion/5520
www.revistacentrozaragoza.com/euroncap-evalua-los-sistemas-deteccion-peatones-2