Una importante evolución tecnológica se ha presentado en los procesos de enderezado y corrección de medidas en chasises de vehículos pesados.
Los procesos de reparación de chasís de vehículos pesados en Colombia han sido tradicionalmente empíricos y, salvo honrosas excepciones, no aseguran calidad y confiabilidad puesto que no emplean criterios con fundamento técnico que apoyen las decisiones frente al cómo se repara, la función de aplicación inversa de las fuerzas, las temperaturas por aplicar, metodología, vectores etc.
El resultado es que hoy en día esta tarea es una actividad de riesgo que compromete la seguridad de los tripulantes del vehículo, la integridad de la carga y demás participantes del entorno vial. Y no es que no se invierta dinero en equipos, sino que en ocasiones se eligen con criterios que evidencian desinformación, poca capacitación y mala asesoría.
¿Qué es reparable?
Los daños presentados en un chasís varían según intensidad del impacto; la masa del objeto, cuerpo o vehículo contra el cual impacto o por el cual fue impactado; y resistencia del chasís en cuanto a su material de fabricación y robustez frente al impacto.
Estas variables, entre otras, marcan la diferencia entre los conceptos de reparabilidad, circunstancia en la cual se enmarca el hecho de devolverle las condiciones de seguridad, estabilidad y durabilidad frente a los esfuerzos que debe soportar el chasís en su cotidiana operación de trabajo al momento de ser intervenido; y la no reparabilidad, enmarcada dentro de las características de afectación producidas en una colisión en la cual los daños generados tienen una magnitud o intensidad tan importante que afectan la pieza o los materiales en los cuales están construidos sin posibilidad técnica de reconstituirlos nuevamente para ser usados con el propósito que fueron diseñados.
Así, es necesario contar con criterios técnicos sustentables, herramientas y equipos que brinden apoyo a la reparación de este tipo de componentes para garantizar que las reparaciones sean de total confiabilidad y seguridad.
Clases de deformación
La determinación de las deformaciones es fundamental en la geometría lineal de sus componentes y en la simetría con respecto al eje longitudinal.
Durante la verificación hay que tener en cuenta algunas consideraciones que eviten un diagnóstico erróneo por ejemplo, la distribución asimétrica de elementos constructivos como los depósitos de combustible o de la carrocería del propio vehículo, que pueden hacer que el chasís parezca torcido así se encuentre en cotas.
Así mismo, hay que tener en cuenta la diferencia de altura entre las ballestas, que también puede dar la apariencia de que el chasís presenta torsión.
Métodos tradicionales
Una de las maneras que tradicionalmente ha desarrollado la reparación de chasís en pesados ha sido utilizar elementos hidráulicos o mecánicos para, de alguna forma y valiéndose del ingenio del técnico. lograr “puentear” la zona afectada y así devolverla a su estado original.
Este tipo de operación, como se observa en la imagen, puede en algunos casos presentar riesgos para el técnico puesto que en un momento dado se desliza la cadena produciendo lesiones o aumentando los daños en el componente.
Este proceso consiste en la aplicación de fuerzas en diversas direcciones con gatos hidráulicos pequeños. Aunque este tipo de operaciones es necesaria en algunos casos puntuales, cuando se ejecutan por carencia de equipos y accesorios recomendados, ralentizan la labor de enderezado produciendo pérdidas económicas para el taller y el técnico (Foto1).
Cesvi Colombia también ha observado cortes con equipos de oxiacetileno en los largueros. Esta técnica aporta altas temperaturas lo cual genera pérdidas en las características de fabricación del acero porque promueve a futuro fracturas por cristalización del material y el consiguiente riesgo en la seguridad y garantías para el taller (Foto 2).
Adicionalmente se ha visto la sustitución parcial de larguero en su ala superior, en el cual se emplea soldadura con equipo de electrodo revestido. Afortunadamente, esta técnica fue remplazado por equipos MIG de mejores prestaciones.
Situación actual
Hoy día Cesvi Colombia ha encontrado que algunos talleres le han apostado paulatinamente a tecnificarse para brindar procesos más ágiles y técnicamente productivos, que redundan en mayor rotación del taller, satisfacción del cliente y menor cantidad de garantías.
Los equipos utilizados actualmente por algunos talleres en Colombia marcan una pauta tecnológica puesto que los enderezados en el chasís se pueden realizar con desmontajes mínimos, tiempos más cortos y entregas más rápidas, lo cual es muy apreciado por los propietarios del vehículo.
Algunas de las virtudes de estos equipos modernos, como las bancadas de enderezado con múltiples puntos de apoyo para la aplicación de fuerzas, es la posibilidad de trabajar con mucha comodidad y ergonomía, atenuando el desgaste físico del técnico y así aumentado la productividad del taller. Así mismo se eliminan las afectaciones producidas por cadenas y componentes que «tallan, erosionan o rayan» las superficies del chasís aumentando los retrabajos (Foto 3).
Por esta razón se observa con frecuencia la ejecución de procesos complejos como la corrección de chasís que presente deformación por torsión, en el cual evidenciamos la funcionabilidad y agilidad de estos equipos en la aplicación de fuerzas, así como su eficacia acompañada de la capacitación del técnico-operario.
También se utiliza la tiza térmica que, en procesos de enderezado y aplicación de soldaduras, tiene como fin controlar la temperatura aplicada para no afectar los materiales que se están interviniendo (Foto 5).
Lo que viene
En Colombia se vislumbra, de alguna manera, un sendero interesante y prometedor del aumento del nivel técnico en la reparación de chasís.
Al estudiar las tendencias de la reparación y enderezado de chasises de vehículos pesados se puede ver en el futuro próximo la implementación, por parte de los talleres especializados, de bancadas de enderezado con especificación en cabinas (Foto 9 y 10), lo cual conlleva de forma indirecta a la necesidad de capacitación de los técnicos para reparación de materiales como aluminio y la aplicación de vectores de enderezado.
En las reuniones de trabajo con los más tecnificados talleres del ramo se constata la futura adquisición de generadores de temperatura como los equipos de atemperado por inducción, que tienen la importante virtud de controlar la temperatura ejercida según la graduación del técnico y en función de la necesidad para una mayor agilidad y seguridad al proceso de reparación.
Puesto que se ha comprendido que el único camino real de productividad y efectividad es tecnificar el proceso y capacitar al grupo de técnicos, algunos dirigentes de talleres reparadores de este tipo de vehículos en Colombia han trazado, de alguna manera, un sendero interesante y prometedor del aumento del nivel técnico en la reparación de chasís.◣