Nuestro país no ha sido ajeno a los importantes cambios que se han presentado a nivel mundial en los temas de seguridad vial, pero es importante indicar que aún queda mucho terreno por recorrer para llegar a un resultado óptimo en temas de cultura de la prevención, así como en búsqueda de la disminución en muertes y/o lesiones en accidentes viales.
Una de las premisas importantes está en “prevenir” y aunque sea un argumento recurrente, es hacia donde las personas y entidades deben orientarse necesariamente, porque no es posible continuar en ese panorama desastroso de seguir aumentando las cifras de accidentalidad; por el contrario, buscar los parámetros y las estrategias que tracen la meta de la prevención, porque si hay algo que se ha resaltado en distintos escenarios es que los accidentes en su gran mayoría pudieron ser evitados. Considerando que se sigue a expensas del conductor, de su situación, salud, fatiga, experticia e idoneidad en el volante, no se pueden limitar las ayudas que puedan darse a la conducción; por lo tanto, es tiempo de atacar otros frentes debido a que la sensibilización o la multa, no están mostrando los resultados esperados.
Las estrategias pueden quedar sólo en papel si no se establece un reglamento técnico que permita involucrar a toda la sociedad, desde el comprador inicial de un vehículo pasando por la industria automotriz, que en primera instancia, debe velar por introducir al mercado vehículos “seguros” que cumplan con los estándares internacionales y que no se convierta en una opción económica el poder contar con estándares de seguridad vial. Y es que se ha buscado la reglamentación con la mayoría de los países que cuentan con industrias de ensamble de vehículos, para establecer esos estándares de seguridad vial y las naciones unidas con el WP.29.
El WP.29 es un foro de la naciones unidas dentro de los enfoques de la comisión económica, con el ánimo de generar regulaciones técnicas y cuyo objetivo es iniciar y perseguir acciones encaminadas a la armonización o desarrollo mundial de reglamentos técnicos para vehículos1, a fin de establecer normas enfocadas en la seguridad, ecología y hace poco con un concepto muy nombrado, “cyberseguridad”, gracias a que se esta pasando de tener vehículos con conectividad básica entre máquina y conductor a tener a vehículos con conexiones móviles continuas.
Esta reglamentación determina necesariamente, realizar cambios estructurales en los estándares actuales y orienta hacia la nueva normativa, y aunque países latinoamericanos no han ingresado a este acuerdo, algunos países europeos y de África ya están vinculados desde hace algunos años. Ante este panorama, y aunque no se vinculen de forma directa, pueden acatar ciertos acuerdos, no solamente para mostrar gestión, si no realmente para generar conciencia que logre reducir los niveles de accidentalidad.
Como ha sido comentado, cualquier ayuda que se pueda brindar al conductor durante la conducción, puede ser la diferencia entre una normal circulación y la mitigación posible de un accidente grave que conlleve a lesiones o fallecidos; algunos de estos elementos y ayudas pueden ser sistemas avanzados de asistencia que en algunos casos pueden ser más enfocados en el vehículo o en alertar la atención del conductor al volante, tales como:
Alerta de colisión frontal
Considerando que es uno de los accidentes más comunes debido a una circulación cercana, desatención en la conducción o fatiga (sueño), este elemento de seguridad advierte al conductor sobre un posible impacto, permitiendo reaccionar de manera oportuna, teniendo en cuenta las velocidades de circulación y las distancias entre vehículos.
Sistema de frenado ABS
Es el sistema que permite al conductor realizar maniobras en la conducción y brindar un frenado más eficiente del rodante a diferencia de vehículos convencionales en los que una maniobra de frenado de emergencia, debido al bloqueo de llantas y la inercia, impiden cambiar de dirección mientras el vehículo se dirige al obstáculo que se quiere esquivar.
Airbags
En adición a los cinturones de seguridad que deben ser utilizados por todos los ocupantes, este sistema busca reducir las lesiones para el conductor y demás personas dentro del habitáculo (cuando están ubicados en todas las plazas y zonas laterales) de tal forma que permita una desaceleración secuencial, además de un apoyo (suave) para el conductor durante un impacto.
Control electrónico de estabilidad
Es una ayuda importante en la conducción pues limita las posibilidades de volcamiento o derrape, este sistema maneja las ruedas de forma independiente, reduciendo la velocidad para mantener la trayectoria del vehículo; lo que en un vehículo convencional se traduce en pérdida de control.
Desde hace muchos años, el análisis de las cifras sobre accidentalidad indican más de 6.000 personas que fallecen al año producto de accidentes de tránsito, lo cual debe orientar a las personas y entes de control a tomar cartas en el asunto y no sólo a implementar estrategias que se orienten a una pequeña parte de la sociedad; y que mejor que los procesos de formación y capacitación efectivos y campañas de sensibilización, así como también estos avances tecnológicos que ha tenido la dinámica vehicular para que puedan estar vinculados en los procesos de transporte y desplazamientos de todos los colombianos, con vehículos más seguros y con estándares de seguridad vial con objetivos y resultados claros.◣