El diseño de las carrocerías permite tener una mejor imagen de lo que circunda al vehículo. El tamaño de las ventanas, de los espejos y la disposición de los parales son factores que determinan la seguridad.

Bogotá, 11 de mayo de 2016. Asistir a los salones internacionales del automóvil da la oportunidad de conocer en vivo las últimas tendencias del diseño automotor. Se pueden apreciar los vehículos conceptuales, con unas líneas y formas de carrocería producto de la volátil imaginación de los diseñadores.

No es fácil que estos prototipos sean producidos en masa para comercialización, especialmente por una razón: son hechos para captar la atención de la opinión pública en los mencionados autoshows y sus condiciones técnicas los hacen poco prácticos para manejar.

Por ejemplo, de esos autos llaman la atención los vidrios panorámicos delanteros y traseros dispuestos en ángulos muy planos que, efectivamente, desde afuera lucen muy deportivos, pero desde el puesto del conductor, reducen la visibilidad al mínimo.

Es de definir que la visibilidad en los automóviles está constituida por la calidad y cantidad de información visible que pueda percibir del exterior conductor y, en general, está relacionada con la geometría y modo de construcción de la carrocería, incluyendo el diseño ergonómico de las sillas y otros elementos.

Consideraciones de seguridad

Gran parte de los accidentes de tránsito ocurre debido a que alguno de los conductores involucrados no visualiza la presencia o la trayectoria de otro vehículo, peatón u objeto. Sea por imprudencia de alguno de los actores de la vía o por el diseño de los automóviles, la visibilidad se puede comprender apreciándola desde sus partes y depende de varios factores.

Por ejemplo, el desplazamiento de vehículos (como motos o bicicletas) por las bermas resulta particularmente peligroso por la existencia de puntos ciegos desde el puesto del conductor. Además, en algunos casos la evaluación de la distancia entre el automotor y otros objetos móviles se torna prácticamente imposible de determinar por el cerebro.

Así mismo, el diseño de la carrocería y la disposición de los parales reducen el campo visual, al punto de que objetos de menos de 80 cm, ubicados en la zona trasera, son de difícil o imposible visualización, hecho que debe poner en alerta a todos los padres de familia.

En particular, la visibilidad delantera, desde el puesto del conductor, depende de la longitud, grosor, ángulo de inclinación y ubicación del paral delantero, del diseño del tablero de instrumentos, de la ubicación ergonómica de los accesorios, del color y material de fabricación de sillas y millaré (que deben ser de color oscuro y mate), del tamaño del espejo retrovisor interno y de la altura del vehículo respecto del suelo.

Por su parte, la visibilidad lateral depende del tamaño de los espejos retrovisores y el ángulo de curvatura convexa de la luna, del diseño de las ventanas (tamaño, geometría, inclinación, altura) y, claro está, del diseño envolvente de la carrocería que debe permitir la advertencia con anticipación de otro vehículo que se aproxime.

Finalmente, la visibilidad trasera depende de la posición del conjunto limpiaparabrisas trasero (motor y brazo), de la disposición y tamaño de los apoyacabezas traseros, de la inclinación y altura de la sección trasera de la carrocería, del tamaño e inclinación del vidrio trasero y del tamaño y ubicación del tercer stop.

Los vidrios y la visibilidad

En los vehículos modernos se observan parabrisas curvados, con mejor coeficiente de penetración aerodinámica que los parabrisas planos de los modelos de fabricación más antigua. Influyen directamente en la visibilidad frontal porque en ocasiones presentan diseños con obstrucciones en el campo visual (la serigrafía), así como inclinaciones excesivas con igual e indeseable efecto.

De los vidrios móviles o fijos localizados en las puertas o entre los parales del vehículo también depende una correcta visibilidad.

Por ejemplo, en algunas carrocerías de 5 puertas, la inexistencia de vidrio de guarda en el paral C lo hace sólido, por lo cual aumenta el tamaño del punto ciego en ese sentido.

La geometría, posición y diseño de las luces de freno, los apoyacabezas, los alerones o desempañadores afectan la visibilidad a través del vidrio trasero. Existen panorámicos traseros de grandes proporciones, pero dado su ángulo y posición generan zonas ciegas que pueden prolongarse hasta 10 metros, medidos desde el paragolpes trasero.

Consideraciones sobre los espejos

El espejo retrovisor interno es el responsable de reflejar las imágenes apreciadas a través del vidrio trasero. Proporciona al conductor una visión limitada pero valiosa. Puede ir fijado directamente al parabrisas o al techo. Por su tamaño, debe abarcar todo el espacio visible que se obtiene del panorámico trasero. Sin embargo, en algunos casos se reemplaza erróneamente por espejos convexos de mayor tamaño que proyectan más espacio visible, pero generan mala percepción.

Por su parte, los espejos exteriores proporcionan visión lateral, aunque limitada. Permiten contemplar objetos ubicados alrededor al conductor y cambiar de carril con seguridad. La curvatura externa las lunas tiene como función aumentar el campo visual del conductor a cambio del aumento aparente de la distancia de los objetos. Su tamaño genera ventajas y desventajas: al aumentar, aumenta la visibilidad trasera y lateral, pero disminuye la delantera.

Un vistazo a la carrocería

Otro factor de influencia en la visibilidad es la propia carrocería del vehículo, que limita la visión del conductor debido a los parales (o pilares) que soportan el techo del vehículo. Además de la influencia en la visibilidad que tiene altura de la cintura de la carrocería, que hoy día se experimenta la tendencia de reducir el tamaño de las ventanas a cambio de una mayor área de latas, está el diseño y ubicación de los parales.

El paral A se ubica en la parte delantera del vehículo, enmarca al parabrisas y está estrechamente ligado a la estructura de la carrocería en la parte delantera. Tanto las curvaturas en las uniones, como el grosor del mismo, influencian directamente la visibilidad en la conducción.

En el paral B es donde se fija la puerta trasera en los autos de 4 y 5 puertas. Algunos nuevos diseños de carrocería omiten su ubicación dada su influencia directa en la visibilidad lateral.

El pilar C se ubica en la parte trasera de los vehículos de 4 y 5 puertas, donde se asegura la puerta trasera por medio de bisagras.

El pilar D es la última columna o paral de las camionetas, donde el vidrio panorámico trasero se fija. Es el último elemento de soporte del techo del vehículo.

Con estos elementos, cabe anotar la importancia de que el conductor afine sus decisiones de consumo, pues de por medio está la seguridad y la vida.

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