Estos elementos de seguridad pasiva evitan serias lesiones. Por esto son obligatorios en el mundo y, en Colombia, serán obligatorios a partir del próximo año.
Los apoyacabezas -o reposacabezas- están pensados para que la cabeza se apoye en él, pero no de la forma en la que nos sentamos en las sillas de oficina, sino como el apoyo que debe brindar una baranda que se ubica en una escalera.
En otras palabras, los apoyacabezas no son un elemento de confort sino de seguridad pasiva. Técnicamente llamado sistema de retención de la cabeza, este elemento es indispensable en el vehículo, pero pocas veces se le presta atención en cuanto a su uso correcto.
Su origen data de 1921, cuando Benjamin Katz los patentó en Estados Unidos (US1471168 A), pero solamente fueron mandatorios en ese país a partir del 1 de enero de 1969. Su utilidad se basa en la limitación del movimiento de reacción de la cabeza dado un choque por alcance, el cual genera tensiones en los músculos del cuello que desembocan en serias lesiones.
Se puede reducir en un 28% el riesgo de lesión en el cuello, simplemente ajustando los apoyacabezas a una posición adecuada.
En Colombia, según el artículo 6° de la resolución 3752 de 2015 del Ministerio de Transporte, es de obligatorio cumplimiento lo utilización de apoyacabezas o sistemas de retención de cabeza en los asientos que cuenten con cinturón de seguridad. Este elemento de retención diseñado para evitar las lesiones cervicales debe ser ajustado, así como el cinturón de seguridad, para garantizar seguridad a los ocupantes.
¿Cómo se producen las lesiones?
Cuando el vehículo es impactado por la parte trasera (impacto por alcance), mantiene su movimiento hacia adelante, pero la cabeza es impulsada hacia atrás. Es decir, el respaldo del asiento empuja el torso hacia adelante, mientras tanto la cabeza permanece en su ubicación inicial provocando la retracción del cuello, doblándose en forma de “S”. Esta posición es muy desfavorable para la columna vertebral lo que repercute en lesiones cervicales, en los nervios y tejidos adyacentes.
Si bien los apoyacabezas son de gran utilidad cuando se usan adecuadamente, las lesiones cervicales pueden ser más severas si están mal ubicados, o sea en la posición más baja.
Secuencia de los apoyacabezas ubicados en la posición más baja
Tras la colisión la cabeza se mueve hacia atrás hasta que encuentra el apoyo del reposacabezas: si está en la parte más baja, se produce una hiperextensión en el cuello debido a que el apoyacabezas actúa como un punto de palanca.
¿Cómo ajustarlos correctamente?
Es muy fácil y sólo se requiere cumplir dos simples condiciones: la altura y una distancia de separación de la cabeza con respecto del reposacabezas.
En cuanto a la altura, idealmente se debe ajustar al centro de gravedad de la cabeza, algo que se consigue aproximadamente cuando el borde superior de los apoyacabezas queda a la misma altura que la parte alta de la cabeza. En ningún caso debe quedar por debajo de la línea de los ojos.
Respecto de la distancia de la cabeza, con el fin de evitar que el cuello se doble como una “S”, se debe ubicar lo más cerca posible de la cabeza, sin que este infiera en los movimientos normales del conductor. Se considera una distancia de 4 cm entre la cabeza y los apoyacabezas. Evite separaciones entre cabeza y apoyacabeza mayor a 10 cm y verifique la inclinación del espaldar de la silla porque esto también afecta el alejamiento.
Desarrollo e investigación
En el pasado, los apoyacabezas no eran prioritarios en el diseño por parte de los fabricantes de vehículos. Ahora se ha demostrado la importancia de este elemento como sistema de seguridad pasiva. Por esto se creó el “International Insurance Whiplash Prevention Group” (IIWPG), un grupo de trabajo internacional de las aseguradoras cuyo objetivo es investigar el síndrome de latigazo cervical.
El IIWPG desarrolló un protocolo para evaluar la combinación entre los asientos y los apoyacabezas y su influencia en la reducción de las lesiones en el cuello, producidas en las colisiones por alcance. Su método de evaluación tiene una medición estática y otra dinámica.
La evaluación estática mide la geometría de los apoyacabezas, que comprende su altura y la distancia entre éste y la parte trasera de la cabeza. Se califica como bueno, aceptable, poco eficaz y muy poco eficaz. Para hacer las mediciones de estos puntos, se utiliza el equipo (H-point machine).
¡Tenga en cuenta!
• En ningún caso el apoyacabezas debe quedar por debajo de la línea de los ojos.
• Evitar separaciones entre cabeza y apoyacabeza mayor a 10 cm.
• Verificar la inclinación del espaldar de la silla, esto también afecta la separación.
La evaluación dinámica es un ensayo que consiste en la simulación de una colisión por alcance en la que se utiliza un dummy BrioRiD IIg. La prueba consiste en poner el maniquí sobre la silla, que se impulsa con un pico de aceleración de 10g y duración 91 ms. Los resultados tienen en cuenta dos criterios: la evaluación del asiento y las fuerzas que actúan sobre el cuello, que pueden ser bajas, moderadas o elevadas.
Para obtener una calificación general, se combinan los resultados de la estática y la dinámica.
Los mencionados protocolos de prueba fueron desarrollados por el Consejo de investigación para la reparación automotriz RCAR, del cual Cesvi Colombia hace parte, con el objetivo de realizar comparaciones de los diferentes apoyacabezas en los vehículos. Entre los centros de experimentación que realizan pruebas para evaluar los sistemas de retención para la cabeza están los miembros del EuroNcap, en Europa, y el IIHS, en Estados Unidos.
Evolución tecnológica
Para mejorar los diseños de los apoyacabezas y así mejorar la seguridad, las marcas han desarrollado sistemas para evitar los esfuerzos en el cuello y disminuir las lesiones cervicales. Los sistemas que se han desarrollado son:
Mecánico: fue el primer sistema en ser implementado en los vehículos y, hoy día, el más habitual. Su principio de funcionamiento se basa en el uso de palancas y muelles que son accionados por la presión que ejerce la espalda del ocupante.
Pirotécnico: su accionamiento es indicado por sensores que, al detectar el impacto posterior, se disparan unos generadores de gas y lo hacen funcionar.
Electrónico: su funcionamiento también es accionado por sensores, pero su principio de funcionamiento es a través de resortes que lo mueven cuando es activado.
Se puede reducir en un 28% el riesgo de lesión en el cuello, simplemente ajustando los apoyacabezas a una posición alta.
En definitiva
Los apoyacabezas son elementos de retención diseñados para evitar las lesiones cervicales y deben ser ajustados, como el cinturón de seguridad, para garantizar la seguridad de los ocupantes.
Las marcas de vehículos invierten para desarrollar tecnologías que permiten preservar la vida de los ocupantes ante una colisión, luego el pasajero debe ser consciente de esta situación y emplear todos los sistemas de seguridad pasiva de la mejor manera.
Los resultados y hallazgos en las evaluaciones desarrolladas por organismos como EuroNcap y el IIHS, demuestran el compromiso que tienen las marcas de vehículos en aumentar los estándares de seguridad, pues una buena calificación es bien recibida por los usuarios finales.
El correcto ajuste de los apoyacabezas no toma más de cinco minutos, luego es necesario hacer conciencia en los usuarios de automóviles sobre el adecuado uso de este elemento.◣
Referencias de consulta:
– RCAR.org
www.rcar.org/About/Repairability.htm
– Test protocols and technical information
www.iihs.org/iihs/ratings/technical-information/technical-protocols
– How safe is your car.com.au
http://www.howsafeisyourcar.com.au/Browse-Cars