En muchas situaciones, la reparación de abolladuras en los vehículos no necesita de procesos largos y engorrosos como la aplicación de masillas y pintura, siempre y cuando se conozcan los procesos y las herramientas adecuadas.

En la edición anterior de revista Auto Crash se realizó una introducción a los procesos de conformación en zonas de difícil y nulo acceso, donde se explicaron criterios como, qué es una configuración de difícil acceso, formas y geometría de las piezas de la carrocería, zonas de acceso directo y acceso indirecto, así como las herramientas necesarias para cada caso.

En esta ocasión dando oportunidad a la práctica, se mencionarán las herramientas básicas y las características que hacen parte del proceso de repaso de chapa, partiendo desde reparaciones en daños leves sin afectar la pintura, hasta reparaciones con acceso nulo que requieren el uso de herramientas especializadas como el martillo de inercia.

Características de reparación

El proceso de repaso de chapa, involucra una metodología genérica de reparación, la cual en función de la accesibilidad de la pieza, la intensidad y el área del daño, varían en aspectos como la selección de herramientas y la técnica a emplear en la reparación.

A continuación se describe una metodología genérica que aplica al proceso de repaso de chapa, sin ser este un paso a paso obligado para el reparador, pues como metodología se puede alterar alguno de sus pasos sin que vea afectada la reparación.

Identificación de la pieza y el tipo de material.

Determinar nivel de daño.

Determinar tipo de accesibilidad.

Definir la técnica de reparación.

Selección de herramientas acordes a la reparación a realizar.

Proceso de preparación de pinturas de fondo y acabado.

Modelo práctico de reparación con acceso difícil

Procesos de reparación sin afectar la pintura

Esta es una técnica de reparación que se emplea para la reparación de daños leves en piezas exteriores de la carrocería, con la cual se trabaja desde el interior de los paneles ejerciendo una suave presión hasta que la abolladura es eliminada sin afectar la pintura y conservando su originalidad.

Se emplea para la reparación de pequeñas deformaciones, las cuales no afecten más del 2% del área total de la pieza.

Se debe validar que no exista sobreestiramiento de la lámina, pues esto obligaría a realizar trabajos mecánicos con martillo y tas, y por ende obligaría a la intervención de procesos de pintura.

Las capas de pintura no deben presentar roturas, pues esta técnica se fundamenta justamente en no afectar la superficie de pintura.

Se debe contemplar que esta técnica no permite una recuperación del 100% de la deformación.

Existen diferentes herramientas para llevar acabo este proceso, como lo son, varillas, espátulas o ventosas, estas últimas adheridas a la cara exterior de la pieza mediante siliconas que no afectan la pintura.

Reparación con varillas

 

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Procesos de reparación con tas y martillo

La técnica de reparación con martillo y tas, es empleada en aquellas zonas donde la accesibilidad de la pieza, permita el ingreso por la cara interna del tas.

Mediante este método se pueden reparar daños desde leves hasta fuertes.

El tas y el martillo son herramientas empleadas para la recuperación de daños en zonas de fácil a difícil acceso.

La técnica consiste en generar pequeños golpes con el martillo apoyando internamente con el tas para generar un estiramiento de la lámina, por lo que se debe realizar de manera controlada, para no sobrestirar el material.

Existen tas de diferentes tamaños, materiales y formas las cuales permiten acoplarse a la geometría de la pieza para facilitar la recuperación superficial.

Generalmente el uso conjunto de estas herramientas afecta la pintura de la pieza, lo que obliga la intervención de este proceso.

En algunas ocasiones y debido a la intensidad del daño, la lámina sufre sobreestiramientos, por lo cual se debe realizar tratamientos térmicos, estos se realizan con equipos especiales destinados para tal fin, donde se destaca el uso del eléctrodo de cobre y el eléctrodo de carbono.

Reparación con tas y martillo

Procesos de reparación empleando martillos de acabados y palancas

Las palancas son herramientas construidas generalmente en acero, con diferentes curvaturas y puntas variadas; con estas se busca ejercer presión de la misma forma como se realiza con el tas en apoyo al martillo de acabado, pero en zonas en las cuales el acceso es limitado.

Con el uso de las palancas en accesos difíciles, se busca acceder por aquellos orificios y ranuras de la cara interna de las piezas, donde el tas no puede ingresar para facilitar el proceso de conformación.

Con estas herramientas el acabado superficial no se logra al 100%, por lo cual se requiere como apoyo el uso de productos de relleno.

Al igual que en el caso de proceso de reparación con tas y martillo, en algunas ocasiones se requiere la aplicación de tratamientos térmicos para facilitar tanto la conformación, como para eliminar sobreestiramientos de la superficie.

Reparación empleando martillos de acabado y palancas

Procesos de reparación con martillo de inercia

El uso del martillo de inercia en zonas con acceso difícil o nulo, permite realizar reparaciones desde la cara exterior de la pieza, facilitando la reparación y evitando realizar intervenciones como ventanas en las caras internas, que puedan afectar no solo la estética, si no también estructuralmente las piezas.

De contar con algún tipo de accesibilidad mínima, se debe recurrir como primera medida al uso de palancas de desabollado, con el fin de reducir la deformación.

El martillo de inercia cuenta con una serie de accesorios que, en función de la geometría y el área del daño, permiten recuperar con mayor facilidad las deformaciones.

El acabado superficial obtenido mediante el uso del martillo de inercia, no garantiza una uniformidad completa, por lo cual en muchos casos es conveniente el uso de productos de relleno para complementar el proceso de reparación.

Los tratamientos térmicos van de la mano con el uso del martillo de inercia, principalmente el empleo del eléctrodo de cobre, pues este apoya en la conformación y eliminación de pequeñas marcas y sobreestiramientos ocasionados con el martillo de inercia.

Reparación empleando martillo de inercia

Conclusiones

• En los procesos de reparación de lámina, es fundamental definir la accesibilidad con la que cuentan las piezas afectadas, pues de allí se define tanto el proceso de reparación, como las herramientas apropiadas.

• La reparación por medio de varillas, es una técnica que no afecta la pintura, siendo esta una alternativa que brinda ahorro de costos en materiales y tiempos en carrocería, como la pintura. Esta técnica se encuentra destinada a daños leves sin sobreestiramiento de material, donde las capas de pintura no se ven afectadas.

• El martillo de inercia, es una herramienta que en conjunto con sus accesorios, permiten realizar reparaciones en piezas que no cuentan con buena accesibilidad para el uso de tases o palancas, o cuya accesibilidad es nula.

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