Cesvi Repuestos recibe cada vez con mayor frecuencia vehículos con partes elaboradas en fibras de vidrio y de carbono. Así es el procedimiento de reciclaje.

Amediados de los años 70 fueron ensamblados por Colmotores los famosos Simca Alpine bajo el emblema Dodge, vehículos de amplia carrocería tipo hatchback de 5 puertas que incluían una curiosa novedad: los parachoques venían elaborados en fibra de vidrio, un material hasta entonces muy poco conocido y menos usado en la industria automotriz.

Carbono1

Por su bajo peso y facilidad de elaboración y arreglo, generó una nueva industria de proveedores del servicio de reparación que con el tiempo fue adquiriendo las competencias para lograr las texturas y acabados finales deseados.

Pero, al mismo tiempo, creó un serio problema ambiental porque nunca hubo respuesta a su reciclaje -o al menos reutilización-.

Una situación similar se comienza a vivir 40 años después: comienzan a llegar al país vehículos que combinan materiales tanto en sus piezas de carrocería como en su estructura. En un solo conjunto se puede encontrar variedad de metales y plásticos, además de un material tan desconocido como importante para otorgar rigidez y bajo peso al automóvil moderno: la fibra de carbono.

Un problema ambiental

Resulta evidente que todo material utilizable hoy en día, una vez terminada su vida útil, sea tratado de manera que se aproveche de nuevo y rinda algún beneficio. Y esto se hace por un doble motivo: para evitar la contaminación del medio ambiente y para economizar al máximo los recursos naturales.

verde2

PV3
Beijing Auto Show 2008 Concept Car 700R. Hecho de espuma, fibra de vidrio, plástico y acero

Los residuos que se obtienen durante este proceso son los siguientes:

Verde1

En el proceso de fabricación de autopartes se utiliza para muchas piezas la fibra de vidrio o la fibra de carbono por su capacidad de resistencia, rigidez y bajo peso. Cuando los vehículos sufren colisiones o son retirados de circulación y es necesario desechar estas partes surge la pregunta: ¿qué hacer con estos residuos?

La fibra de vidrio genera residuos sólidos. Es un material contaminante que acaba en los rellenos sanitarios, cuyo tiempo de descomposición puede ser de siglos. Pero la fibra de vidrio es un material valioso que tiene potencial de reciclaje.

Debido a esto se hizo necesario desarrollar un método innovador no contaminante que permitiera recuperar para su posterior utilización estos materiales de extenso uso en el sector automotor.

El objetivo es recuperar la fibra de vidrio, una vez separada de la resina, sin que pierda sus propiedades originales, para que pueda ser reutilizada. El siguiente esquema describe el proceso que permite la recuperación.

El material que se obtiene de este proceso tiene diferentes aplicaciones porque mejora considerablemente la resistencia de otros productos utilizados en la construcción como el cemento Portland, el hormigón, el mortero, etc.

Debido a que la fibra de vidrio procedente de la industria de fabricación del vidrio es, como se puede suponer, de naturaleza ‘vitrosa’, limpia, y con bajo contenido en hierro y álcalis, el compuesto resultante es blanco y altamente consistente en composición química. Este compuesto es especialmente conveniente para aplicaciones de hormigón blanco porque a largo plazo incrementa la resistencia y la durabilidad.

El gran reto para este proceso es resolver los costos de la logística de la recolección y la separación de los demás materiales que pueden traer las autopartes como metales y plásticos que no son compatibles con este proceso.

La obtención de nuevos materiales a través de este proceso hace que la industria evalúe con responsabilidad ambiental si es necesario adquirir materiales vírgenes con la correspondiente cuota de contaminación y desgaste de recursos naturales o si se puedan utilizar estos materiales obtenidos del proceso de reciclaje para la fabricación de nuevas autopartes.

En Colombia aún no existen plantas dedicadas al proceso de reciclaje de materiales compuestos. En Europa ya existen plantas dedicadas a esta labor con capacidad hasta de 21.000 toneladas/año. Estas 21.000 toneladas son el aporte que hace la industria al no llevar más residuos a los rellenos sanitarios y no gastar nuevos recursos naturales en la fabricación de nuevos materiales.

Estas plantas son creadas con la colaboración del Estado y basadas en acuerdos interindustrias que permiten que todo lo que se logra obtener del proceso de reciclaje sea incorporado a nuevos procesos productivos, logrando así cumplir la verdadera misión del reciclaje.

Artículo anterior“Cesvi se convierte en la palanca técnica indispensable para el logro de objetivos del gremio”, Fasecolda
Artículo siguienteLaboratorio de cascos: su seguridad es el objetivo

RESPONDER

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí