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Uno de los principales problemas que conlleva la pandemia, ha sido el transporte en sus diferentes modalidades, y es que este se ha dejado de utilizar de forma significativa, teniendo un impacto importante en la economía, debido al alto riesgo que implica el desplazamiento en él, aumentando las posibilidades de riesgo biológico.

A raíz de esta situación, grandes empresas del sector del transporte público de pasajeros intermunicipal, internacional sea aéreo o terrestre, se han visto muy afectados, asimismo, también se han afectado los traslados a los sitios de trabajo, citas médicas, entre otras necesidades de movilidad que se han convertido en todo un riesgo para la salud.

Es aquí donde es necesario recurrir a diferentes alternativas de transporte para mantener distancias seguras con otras personas y evitar aglomeraciones; mucho se ha hablado del riesgo que significa exponerse a grandes grupos de personas, incluso el transporte público es considerado uno de los principales focos de propagación del virus, pero las posibilidades de desplazamiento individual no es una opción para todo el mundo, la mayoría de ciudadanos no cuentan con un vehículo propio bien sea automóvil, motocicleta e incluso una bicicleta.

Por esta razón el transporte público sigue siendo una opción de desplazamiento muy importante, pero debe ser utilizada con responsabilidad, así como cualquier otro medio de transporte; el aspecto más importante es el uso del tapabocas de forma adecuada, tener en cuenta las horas valle establecidas donde disminuye la afluencia de personas, utilizar los lavamanos instalados en estaciones o aplicar gel antibacterial en las manos son recomendaciones mínimas de convivencia que se debe tener en cuenta. Sin embargo, el aspecto más importante es ser responsable, si tiene síntomas asociados al Covid-19, no debe desplazarse a ningún lado, ni siquiera debe salir de casa, pensar como una persona que pertenece a una sociedad y no como un ser individual, esto permitirá controlar la expansión del virus.

Otro aspecto importante hace referencia a las personas que tomaron como opción utilizar la bicicleta como medio de transporte, este medio está catalogado hasta el momento como el más seguro por su naturaleza individual, para evitar contacto con grandes grupos de personas y así mitigar el riesgo biológico, pero también se debe tener en cuenta los consejos de seguridad, adicional al uso del tapabocas, es muy recomendable la limpieza constante de la bicicleta, en especial el manubrio y las maniguetas, también la limpieza del casco y los guantes, esto debe realizarse con alcohol para garantizar la seguridad y eliminar cualquier probabilidad que pudo presentarse de contacto con alguna superficie donde se encuentre el virus.

Actualmente se han abarcado muchos consejos de bioseguridad ante las posibilidades de contagio al virus, pero se ha descuidado ante otros riesgos como el vial, el cual representa cifras bastante significativas en lesionados y víctimas fatales que incluso superan las muertes por Covid-19, más aun, la vulnerabilidad como peatones, ciclistas y motociclistas, por tal motivo no solo es necesario afrontar medidas contra el riesgo biológico sino tomar las medidas de seguridad, para evitar un siniestro de tránsito; retomando la responsabilidad como sociedad ante el cumplimiento de las normas de convivencia, respeto a las señales de tránsito y las prelaciones en la vía o cualquier otra norma establecida por el código nacional de tránsito para garantizar la seguridad y la vida de las personas.

A pesar de que se han establecido nuevas normas con el fin de evitar accidentes viales, se siguen presentando, incluso ahora que se ha disminuido significativamente el transporte, en el caso de Bogotá normas como la disminución de la velocidad en toda la ciudad, el aumento de ciclorrutas temporales para estimular el uso de la bicicleta y garantizar la seguridad de los biciusuarios.

Aquí también es importante retomar los planes estratégicos de seguridad vial ya que dentro de las líneas de acción establecidas dentro de un PESV deben propender por el cuidado y la integridad de los actores viales dentro de una organización, ya sea en los recorridos in itinere (desplazamientos realizados por el trabajador desde su casa al sitio de trabajo) o en cumplimiento de las actividades misionales, siendo el primer tipo de recorrido sobre el cual las actividades del PESV cobran mayor importancia, dado que si la organización promueve el uso de la bicicleta, patineta eléctrica o medios individuales de transporte, será desde la formación del comportamiento en la vía, el cumplimiento de las normas de tránsito y el uso de elementos de protección personal como se disminuirá la probabilidad de ocurrencia de un accidente de tránsito. De este modo, si el PESV no contempla la formación para ciclistas, es el tiempo de modificar el plan de trabajo e incluir un aliado estratégico que capacite a su personal en el uso adecuado de este medio de transporte en tiempos de pandemia.

Los desafíos que ha traído la pandemia consigo son bastantes, pero también ha redefinido la forma de transportarse, de socializar y convivir con los demás. Por esto es importante que las normas de bioseguridad en combinación con el cumplimiento de las normas de seguridad vial sean el complemento perfecto para las empresas, estimulando la continuidad del negocio y preservando la salud de sus empleados.

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